Grasa localizada: ¿es posible eliminarla del cuerpo?
Índice
Tipos de obesidad según Jean Vague
La obesidad varía entre mujeres y hombres
El riesgo de las dietas de moda
Entonces, ¿se puede perder grasa localizada?
“Perder grasa localizada”, el tema en sí es un poco burdo para la biología humana. Una cultura de dietas podría verse favorecida por un concepto como este. ¿Con qué objetivo? el afán de vender productos mágicos a diestra y siniestra. Esto no solo promueve la cultura de “no ames tu cuerpo”, sino que favorece a la creación de trastornos de la conducta alimentaria.
Lo anterior hace creer a la persona que ingerir cierto tipos de productos, suplementos o “dietas restrictivas” pueden desaparecer grasa o adipocitos en ciertas zonas específicas del cuerpo por simple estética. ¿Es eso posible? Primero veamos cómo funciona nuestro cuerpo.
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¿Para qué sirve la grasa?
El ser humano, en su espléndida capacidad de adaptaciones fisiológicas y dependiendo su entorno, se compone de tejido adiposo (TA) —llamado coloquialmente “grasa”— el cual tiene distintas características. Esto significa que el tejido adiposo tiene tejido conectivo que favorece regulaciones hormonales dependiendo de dónde se localiza. El tejido adiposo, en un contexto sencillo, se puede dividir en tejido adiposo marrón y tejido blanco.
Tipos de grasa
El tejido adiposo marrón tiene mayor utilidad al nacer, ejerciendo termorregulación que con la edad va limitando su existencia y sus zonas de almacenamiento. La grasa blanca o tejido adiposo blanco es la de mayor preocupación estética, el dolor de cabeza para muchos. Este no se compone de mucha vascularización (flujo sanguíneo), llega a utilizar gran espacio corporal y su utilización de energía no es tan marcada como la que demanda el tejido muscular. Sus funciones por mencionar algunas son:
1) Sintetizar lípidos o grasas a partir de los excedentes de hidratos de carbono (carbohidratos) y proteínas provenientes de la dieta.
2) Secretar hormonas reguladoras del hambre y actuar como mecanismo de protección o reservas energéticas.
En resumen, este tipo de tejido adiposo depende mucho del tipo de dieta que acostumbremos y el ejercicio que realicemos de forma constante.
Tipos de obesidad según Jean Vague
Hoy en día se sabe que, conforme avanzamos a una edad madura, el tejido adiposo aumenta y con ello se refleja mayor cantidad en la zona abdominal. En 1947, el médico francés Jean Vague clasificó la obesidad como de tipo androide y ginecoide. El tipo androide hace referencia a un tejido adiposo más acumulable en la zona superior del cuerpo. Por otra parte, el tipo ginecoide en donde la distribución se hace más visible en la zona inferior como caderas y piernas.
La obesidad varía entre mujeres y hombres
El tejido adiposo o grasa es variable entre sexos. Es más fácil que los hombres tengan mayor cantidad de grasa visceral (tejido adiposo dentro del tórax, abdomen y pelvis, Shen y Cols.) que las mujeres. Por otro lado, las mujeres durante la menopausia tienden a acumular el tejido visceral como mecanismo de protección. El exceso de grasa visceral puede resumirse como un efecto de la poca disponibilidad que tiene la persona para almacenar su exceso de energía en el tejido adiposo subcutáneo. De esta manera, se depositará en lugares como hígado, corazón, páncreas y músculo esquelético.
El riesgo de las dietas de moda
Se llegan a ver casos de jóvenes adultos con una excesiva compulsión por mantener un porcentaje de grasa mínima. Sin embargo, desconocen los efectos que esto puede generar a nivel hormonal. De esta manera, caen en dietas de moda como quitar “por completo los carbohidratos”. El organismo se enfrenta a un desajuste hormonal y un grado de estrés que puede llegara a ser crónico y potenciar alteraciones más graves.
Entonces, ¿se puede perder grasa localizada?
Como ya se mencionó anteriormente, existen distintos tipos de grasa y su acumulación dependerá del tipo de dieta y entrenamiento. Habría que modificar factores básicos como mejorar la alimentación, verificar el esquema y tipo de ejercicios, reposo y otros factores —como la ingesta de alcohol social— para determinar que no se compromete al organismo. En este contexto, de forma biológica-natural, no es posible perder grasa localizada.
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