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El joven y la mar o cómo inicié a velear

El joven y la mar o cómo inicié a velear

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En un sueño que bien pudo haber salido de una versión gótica del Submarino Amarillo me encontraba en un universo paralelo de mi natal Cancún, tenía una misión bizarra y de la cual lo único que recuerdo y escribiré es que tenía que cruzar de Isla Mujeres a Isla Blanca en un velero. 

Jamás en mi vida o en un sueño había experimentado tanta libertad como en ese sueño. Me fascinó la experiencia, ergo desperté decidido a que debía hacerme de un velero y aprender a usarlo (cabe destacar que jamás me había siquiera parado en una embarcación a vela antes).

Entonces como todo aficionado recientemente forjado decidí acudir con San Google de modo que se aligerara mi curiosidad e investigar cómo podía llevar a los hecho este azaroso pero hermoso sueño que tuve.

Investigué formas de vela, marcas, tipos de cascos… pues de todo un poco. Al cabo de tres horas tenía suficiente conocimiento para sostener un choro consistente con algún ebrio atento.

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Teniendo la información básica me decidí acercar con un amigo con quien había hecho teatro en el pasado y que daba la casualidad había sido un participantes en las olimpiadas nacionales de regata (Berny Duhart), le pregunté que qué me recomendaba con poca lana y muchas ganas (un lugar común propio). Respondió con algunas marcas de dinghies: optimist, sunfish, laser, etc.

Conociendo aquello me propuse a buscarlas en los mercados, todos rondaban los $30,000+ pesos mexicanos, no basta enfatizar que apenas podía juntar y con muchas ganas la mitad de eso.

Por ello, empecé una cacería de un año y fracción en el que dos veces a la semana buscaba veleros en páginas de cosas usadas, páginas de EEUU y portales de tiendas físicas de veleros, eventualmente, en junio de 2015, encontré un casco de sunfish, sin mástil, ni vela, orsa, timón, caña, driza, cabos y encima tenía el casco dañado, pero que estaba en $12,000 varos y pues algo es mejor que nada.

Sin embargo, cuando le mandé fotos a mi amigo me comentó que incluso el casco estaba muy dañado, entonces le comenté que le daba $8,000 por el mismo. Naturalmente, me dijo que no y pues le agradecí, esa misma noche me llamó para preguntarme si todavía tenía el dinero, a lo cual le respondí que ya me había gastado algo y solo quedaban siete.

Como era de esperarse, aceptó la oferta (seguro la única que había recibido en meses), al día siguiente le lleve el dinero, amarré el casco a mi camioneta y lo llevé a casa.

Apenas había iniciado la odisea de repararlo, tuvimos que rehacer el casco con fibra de vidrio, mande a pedir de EEUU (bbb www.intensitysails.com) una vela, la driza y los clips para juntar la vela con las botavaras, de valle de bravo mandé a traer un mástil y mandé a hacer la orza y el timón con un excelente carpintero, esto después de hacer varias horas de extensa investigación de las mejores maderas para esas aplicaciones y de indagar en varios diseños para dar los planos de la forma más completa posible.

Le hablé a mi cuate que a su vez me recomendó a otro cuate, que compite en Sunfish, para que me guiara en el proceso de hacerlo funcional. Con sus atinados consejos al cabo de unas tres semanas lo tenía listo para el mar (el velero).

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Ya teniendo todo funcional, me dispuse a pasarlo por barco a Isla Mujeres, aprovechando que ahí tengo un tío, a quien aprecio y estimo mucho por cierto, que tiene una casa frente al mar y un muellecito, infraestructura necesaria para tener comodidad al aprender a velear.

esto en mente, me arme de los conocimientos necesarios para gobernar una embarcación pequeña en el mar, todos adquiridos de libros pero sobre todo de video de YouTube. Gran herramienta.

No sorpresivamente la primera vez que saqué el velero al agua lo choqué con el muelle generando un pequeño desastre, me quedé como una hora varado sin poder mover el barco ni controlar la vela, pero poco a poco pude controlar las direcciones perpendiculares en 90 grados al viento aparente, lo que comúnmente es llamado “de través” o “beam reach”, esto me permitió regresar al muelle. Después de varios intentos y dos días, logré controlar todas las direcciones respecto al viento así como virar y trasluchar (tack y gybe).

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Al cabo de una semana practicando, decidí que tenía la suficiente capacidad para cruzarlo de Isla Mujeres a Cancún , que como casi siempre resultó ser una idea falsa, pero pues ya estaba a mitad de camino y daba lo mismo continuar que volver. Lo anterior se volvió aparente cuando cambió la dirección del viento y simplemente dejó de soplar por una hora, dejándome prácticamente a la deriva. Eventualmente regresó el viento y llegué a donde me había programado (playa Delfines), una hora tarde… ¡pero llegué!

El invierno de ese año continué con mi práctica en Isla Blanca, utilizando las instalaciones de Icarus Kitesurfing que por cierto recomiendo totalmente, un lugar ideal para acostumbrarme a las condiciones de viento más fuertes pues la laguna de Chaacmuchuch se encuentra protegida del mar, es muy poco profunda y en general es un lugar virginalmente hermoso.

Por último el verano pasado (2016) me puse más ambicioso con las capacidades de mi Sunfish, rehaciendo la orza para que tuviera un mejor desempeño y haciendo otras adecuaciones al timonel para mejorar el gobierno del velero, fui de Cancún a Isla mujeres, donde estuve veleando por tres días, después fui a Isla Contoy y terminé el día llegando a Isla Blanca en total fueron unos 100km de vela en cuatro días, nada mal para un velero de cuatro metros.

Además, este invierno planeo utilizarlo para salir a pescar con arpón y tal vez llevarlo hasta Holbox o a Sian Kaan, lo importante con cosas asi es siempre tratar de alcanzar y sobrepasar los límites de los que habías hecho anteriormente.

Pronto sacaremos un demo de Journey para que las personas con pasiones como esta se puedan conocer y realicen las aventuras que gusten y manden sin la limitante de no saber con quién hacerlas, será una herramienta gratuita que estará a su orden.

Sigan soñando y reciban un abrazo. Cambio y fuera.

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Oscar Garza LP Soy el CEO de Journey Sports. Me apasionan muchos deportes, entre ellos box, esgrima, hockey sobre hielo, montañismo, apnea y taekwondo. ¡Ahí me encuentran!

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