Tendencias fitness: riesgos de no individualizar
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No todo nos funciona por igual
Llegar es una cosa, pero ¿puedes permanecer?
¿Cuáles son los riesgos de obsesionarse con la tendencias fitness? Desde que empezamos a hablar de obsesión, ya viene un componente negativo. La obsesión es una perturbación en el estado de ánimo que se origina por una idea persistente en la mente de la persona. Hay una preocupación intensa en relación con esa idea recurrente. Por lo que, desde ahí inicia el riesgo, pero te has de preguntar, ¿qué pasa con las tendencias fitness?, ¿son realmente malas?
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No todo nos funciona por igual
Muchas veces estas tendencias son creadas por personas que no tienen una formación en el área y se generalizan para todas y todos, sin tomar en cuenta que somos diferentes. El riesgo de esto es que no todo lo que le funciona a mi amiga o la influencer que admiro, me funcionará a mí.
Efectos secundarios
Cuando nos obsesionamos con las tendencias fitness, pasa que ya ni siquiera investigamos acerca del sustento científico que puedan tener o los efectos secundarios que nos puedan generar. Es tanto el deseo de cumplir con los estándares de belleza, que si te prometen que en dos semanas te vas a ver de cierta forma, sometes a tu cuerpo a lo que sea sin cuestionar nada, por la promesa del resultado final. Esto provoca daños, no solo a nivel emocional, sino físico y metabólico a través de estas dietas trendy y rutinas a seguir. Lo podemos ver desde los títulos en las dietas, productos o videos como “pierde 7 kilos en 2 semanas”, o “tómate esto y te verás como yo”.
Pero, ¿realmente te detienes a cuestionar “¿qué le hará esto a mi cuerpo?”:
- – ¿Esto que quiero hacer realmente lo hago por salud o por verme de cierta forma?
- – ¿He consultado con algún profesional acerca de las consecuencias que pueda llegar a tener en mí?
- – ¿He buscado otras alternativas para mí y mis características individuales?
Llegar es una cosa, pero ¿puedes permanecer?
La realidad es que muy rara vez la persona se detiene a pensar en esto y se deja ir por la “salida fácil”. Puede que te funcione a corto plazo, pero ¿realmente es algo sostenible?, ¿te ves haciendo eso como un estilo de vida? La mayoría de las ocasiones la respuesta es “no”. Solo se hace para llegar a ese peso ideal, para entrar en esa talla o ese vestido y después se vuelve al punto de partida.
Esto da como resultado frustración, enojo, resentimiento y hasta rencor con uno mismo. No se ha trabajado desde dentro, la parte emocional (tus experiencias de vida, cómo te relacionas contigo, con la comida, con tu entorno), la parte metabólica, hormonal, tus periodos de sueño, entre muchos otros factores que pueden estar contribuyendo a que no puedas, por ejemplo, perder peso.
Otros índices importantes
Ahora, punto importante, nos han vendido tanto la idea de un “peso ideal” o “medidas ideales” a alcanzar, pero sin tomar en cuenta que el peso es mucho más que un número en la báscula. Existen componentes como el de la masa muscular y porcentaje de grasa corporal, entre otros, que juegan un rol importante en el peso. No es lo mismo 70 kilos en una persona de 1.70 m que se dedica a la halterofilia a ese mismo peso en una persona de 1.50 m que es sedentaria.
Comer sano es…¿aburrido?
Nos han dicho que el comer “sano” es aburrido porque no puedes comer esos “alimentos malos” que tanto te gustan. Hoy más que nunca, tanto nutriólogos como médicos, están luchando contra este estigma. No hay esta división en los alimentos, lo que un nutriólogo va a hacer, es enseñarte a comer en proporción, a encontrar ese equilibrio, tomando en cuenta tus características individuales, tus gustos, tu actividad física, tu rutina del día a día, etc.
Acude con los expertos
Dejemos de hacer caso a todo lo que vemos en redes sociales. No todo lo que brilla es oro, así como no todo lo que vemos en Internet o nos venden es verdad o beneficioso para la salud. No hay nada como ir con los especialistas necesarios que harán una intervención integral para ti individualmente.
Psic. Susana Correa Alcantar
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