¿Qué es la periostitis tibial? Síntomas y prevención
Índice
Mecanismos de producción, ¿cómo se genera esta lesión?
Factores de riesgo de periostitis tibial
Tratamiento para periostitis tibial
Consejos para prevenir la periostitis tibial
Si eres corredor, seguramente ya has oído hablar de esta condición. Si no lo eres pero quieres saber qué es, no te preocupes. Aquí te explicamos todo sobre la periostitis tibial y cómo prevenirla.
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La periostitis tibial, o dolor de espinilla, consiste en la inflamación del periostio, que es una membrana protectora que tienen nuestros huesos. Su función principal es crear una sustancia para mantener el hueso en perfecto estado.
Esta sustancia sale por los vasos sanguíneos que alimentan a los huesos y en la capa externa se encuentran las fibras nerviosas que transmiten el dolor. Esto hace que la espinilla sea una zona de riqueza sensitiva muy importante.
Pegados a esta capa se encuentran los músculos que accionan nuestros movimientos del pie. Es por ello que la periostitis tibial puede ser muy dolorosa y una lesión grave para los corredores y atletas en general.
Mecanismos de producción, ¿cómo se genera esta lesión?
La periostitis tibial se presenta frecuentemente en tres circunstancias:
- – Cuando cambiamos de calzado, ya que modificamos un poco el impacto del pie contra el suelo.
- – El cambio de superficie de entrenamiento, especialmente a terrenos duros como el asfalto, también puede llevarnos a sufrir de periostitis tibial. Esto se debe a que la superficie dura provoca que nuestra tibia, y en general todo el miembro inferior, sufra más en cada impacto.
- – Entrenar a una mayor intensidad de modo muy brusco, o aumentar el volumen global de kilómetros sin una progresión correcta, también son causas de la periostitis tibial.
Además de todo esto, nos encontramos con los factores biomecánicos propios de cada atleta, como son la pisada, mala alineación de la pelvis etc,.
Un defecto en la pisada puede provocar un mal reparto de la carga en nuestras piernas o una torsión excesiva de la tibia. Por ende, se provoca la inflamación del periostio por sobre-solicitación de la estructura ósea.
Factores de riesgo de periostitis tibial
La periostitis tibial es muy frecuente en atletas con una excesiva pronación, pues las fuerzas ascendentes no se reparten correctamente. Es decir, hay mayor carga de peso en una pierna y no en la otra.
A ello se une la congestión de los músculos de la cara interna de la tibia, que lo presionan e irritan constantemente. Ocurre de igual manera en la cara anterior de la tibia por la hiperpresión del músculo tibial anterior.
Los corredores son los principales afectados por esta condición, pero la periostitis tibial puede presentarse en todo tipo de atletas, dadas las circunstancias mencionadas anteriormente.
Síntomas
El principal síntoma de la periostitis tibial es el dolor en la cara anterior o antero-interna de la tibia y en su tercio inferior. Es decir, existe un fuerte dolor en la espinilla.
A la palpación se une un dolor quemante en la zona. Se acentúa por las noches y tiende a aumentar con el esfuerzo o al cambiar de un terreno blando a otro más duro.
Si recientemente cambiaste de área de entrenamiento y sientes un fuerte dolor en la espinilla, es probable que estés sufriendo de periostitis tibial.
Tratamiento para periostitis tibial
El tratamiento específico debe ser indicado por el médico especialista y solamente después de haber descartado otras lesiones, como síndrome del compartimiento tibial anterior o una fractura post-estrés de la tibia.
Como medidas generales, debemos bajar la intensidad del entrenamiento y realizarlo en lugares blandos, preferiblemente en césped.
Al finalizar el entrenamiento debemos aplicar hielo en abundancia en la zona y realizar unos correctos estiramientos de ambas piernas. Todo ello lo debemos complementar con el masaje realizado por un especialista, para intentar liberar la musculatura congestionada.
Además, se recomienda el uso de un vendaje que evitará la excesiva vibración de la tibia en cada impacto contra el suelo. También ayuda usar un calzado correcto, que pueda proteger nuestros pies del impacto contra el suelo.
Consejos para prevenir la periostitis tibial
- – Evitar los terrenos excesivamente duros como el asfalto.
- – Estirar al terminar cada sesión de entrenamiento.
- – Cuidar nuestras piernas con masajes de descarga periódicos.
- – Utilizar calzado deportivo adecuado que brinde adecuada amortiguación y estabilidad.
- – Incrementar tanto la intensidad como el volumen de nuestros entrenamientos de forma progresiva.
- – Realizarnos una valoración dinámica de nuestra pisada para corregir anomalías con el uso de plantillas especiales, de ser necesario.
- – Aplicar frío ante cualquier molestia o sospecha de periostitis tibial y consultar a un especialista en Medicina del Deporte para hacer el correcto diagnóstico y tratamiento.
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