Historia del kitesurf: un deporte con espíritu joven
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Historia del kitesurf: nacimiento de un nuevo deporte
Ver a los riders practicando kitesurf, volando libres como el viento y haciendo las más audaces acrobacias siempre es increíble. Seguramente llevan años practicando y tomaron clases con instructores profesionales y certificados. ¿Te imaginas cómo habrá sido ser pionero en este deporte extremo? Sin clases, sin reglas, sin certificaciones, sin seguridad, sin ¡nada de nada! No es tan maravilloso como suena, pero al escribir la historia en algo, tienes que ser tu propio conejillo de indias. ¡Esta es la historia del kitesurf!
Antecedentes del kitesurf
Las raíces más antiguas del kitesurf se originan en la China del siglo XIII. Como bien sabes, el cometa –o “papalote” como decimos los mexicanos– es un invento de este país. Los chinos no se conformaron con volar cometas por entretenimiento, ¡no, no, no! Ellos querían más, por eso lo comenzaron a usar como medio de propulsión para mover ciertos vehículos.
Ya para el siglo XIX, el inventor inglés George Pocock buscaba una fuente de energía alternativa a los caballos. En esa época se cobraban impuestos por cada caballo, lo que lo hacía un medio poco económico (aparte de tener que mantener al bello animal). Así, Mr. Pocock buscaba impulsar carritos y barcos pequeños con cometas para aprovechar la fuerza del viento.
La obsesión por darles un uso más práctico a los cometas no se detuvo ahí. Samuel Cody –un pionero de la aviación de origen estadounidense– desarrolló en 1903 “cometas para elevar hombres”, inspirado por el eterno sueño del hombre: “volar”.
Sus invenciones lo llevaron a cruzar enterito el Canal de la Mancha en un barquito plegable que era movido 100% por un cometa. También llegó a diseñar barcos jalados por cometas, usando un sistema de cuatro cuerdas, muy similar a las bridas que se utilizan hoy en día para practicar kitesurf.
Sin siquiera sospecharlo, chinos, ingleses, norteamericanos y un montón de gente más sentaron las bases de lo que más adelante se convertiría en un deporte extremo. ¿Qué hubieran pensado de ver sus inventos aplicados aquí? Seguramente mucha emoción… y ganas de tomar clases también.
Historia del kitesurf: nacimiento de un nuevo deporte
Los 70s
El desarrollo de materiales sintéticos —como el kevlar y el spectra— en las cuerdas de los cometas ordinarios, los hicieron más fáciles de controlar. Esto dio oportunidad a diseñadores e inventores de dejar volar su imaginación y encontrar nuevos usos para los cometas.
Un ejemplo fue el alemán Dieter Strasilla quien desarrollaba el esquí con paracaídas. Su invento se fue afinando poco a poco. Más adelante, junto con el suizo Andrea Kuhn, utilizaron esta misma invención de cometa pero ahora combinándola con tablas de surf, de snowboard, esquí sobre pasto e incluso buggies (carritos) caseros. De hecho una de sus patentes, registrada en 1979, describe el uso de un cometa inflable para “kitesurfing”.
Sin embargo, Strasilla y Kuhn no fueron los primeros en tener una patente incluyendo el término “kitesurfing”. En 1977, Gijsbertus Adrianus Panhuise de Países Bajos recibió la primera patente usando esta palabra.
La patente cubría específicamente “deporte acuático que usa una tabla flotante, similar a la de surf, donde un piloto se para y es jalado por un dispositivo que recibe el viento, atado a un arnés mediante un cinturón en forma de trapecio”. Qué choro, sí. Sin embargo, esta patente no atrajo ningún interés comercial para esta época.
También se tiene el antecedente del “Flexifoil”, un catamarán enteramente impulsado por un cometa, diseñado por Ian Day. En 1978, logró superar la velocidad de 40 km/h. ¡Nada mal para un cometa!
Los 80s
En esta década, se intensificó la intención de combinar cometas con otras actividades que ya eran populares. Algunos ejemplos incluyen cometas con patines, esquís, patines de hielo, esquís acuáticos y hasta canoas. Fue hasta entonces que se vio una intención clara de crear el kitesurf como deporte.
A principios de los 80, los hermanos Bruno y Dominique Legaignoux ya diseñaban kites para kitesurf. Este par de franceses son considerados pioneros indiscutibles y grandes impulsores de esta actividad.
Simultáneamente, en EUA, un padre y un hijo experimentaban con esquís acuáticos que eran jalados por cometas, se trataba de los igualmente legendarios Bill y Cory Roeseler.
Para estas épocas, los kites todavía no contaban con mucha tecnología. Al decir verdad eran bastante rudimentarios. Por ejemplo, cuando el kite se caía al agua era un rollo relanzarlo. Tenías que esperar con tu kite levantado en el aire para que se secara e intentar relanzarlo. Sí, era casi imposible.
Para 1984, los hermanos Legaignoux patentaron un kite especialmente diseñado para este deporte. Es por eso que a ellos se les atribuye el invento. Un año después, hicieron una demostración del prototipo en la Brest International Speed Week, causando gran revuelo.
Este diseño de kite en particular es muy importante para la historia del kitesurf, pues de él se han inspirado un sinfín de marcas. Es oficialmente el primer cometa para este propósito.
Los 90s
Otro nombre que no puede faltar en la historia del kitesurf es el de Peter Lynn. En 1990, este ingeniero e inventor neozelandés desarrolló el kite buggy, que consiste en carritos de tres llantas jalados por cometas. El diseño de estos kites era muy similar a los actuales foil kites, por lo que se consideran precursores de este tipo de cometa.
La pasión de Peter Lynn hacia los cometas no se ha apagado, pues incluso algunos años después logró romper el récord mundial del cometa más grande del mundo.
Practicar kitesurf era contagioso. Solo bastaba con ver a alguien haciendo piruetas en el mar, jalado por un gran cometa, para querer practicarlo. Laird Hamilton y Manu Bertin eran conscientes de esto, por lo que constantemente hicieron demostraciones en Maui, Hawaii a partir de 1996.
Poco a poco, este deporte extremo fue ganando más adeptos. En este mismo año, Raphaël Baruch cambió el nombre del deporte de “flysurfing” a “kitesurfing”. Este nuevo término comenzó a ganar mucha popularidad.
En 1997, los hermanos Legaignoux lanzaron su primer kite bajo su marca “Wipika”. Este kite ya venía mucho más adaptado al deporte y con tecnología que permitía relanzarlo desde el agua. ¡Estaban transformando por completo la experiencia de practicar kitesurf! Y así comenzaron a desarrollarse más kites especializados, cada vez con mejores características. Los diseños de Raphaël Salles y Laurent Ness no se quedaron atrás.
El kitesurf se masifica
Así estaba el contexto: un deporte con mucho potencial comercial, que atraía la atención de todos y con el poderoso Internet haciendo de las suyas. ¡Pum! El kitesurf se viralizó muy rápido gracias a fotógrafos, medios y el interés de la gente al ver aquellos espectaculares saltos.
A partir de este punto, hubo algunos esfuerzos por organizar competencias y encuentros de este deporte. La primera competencia de importancia para la historia del kitesurf fue en Maui, Hawaii en 1998, organizada por Joe Keuhl.
Era un evento meramente amistoso, pero decidieron llamarle de broma “Campeonato Mundial de Kitesurf”, ¿¡por qué no?! A este evento llegaron al menos 25 de las actuales figuras importantes del kitesurf. Flash Austin fue el gran ganador de aquel certamen que todos los riders recuerdan con tanto cariño y que marcó tanto la historia del kitesurf.
El kitesurf por fin se había masificado. A finales de los 90, ya existían diversas tiendas especializadas y escuelas donde enseñaban este deporte alrededor del mundo.
Mientras tanto, los Roeseler decidieron modificar su invento, cambiando los dos esquís por una tabla. Por otro lado, los fabricantes de equipo de windsurf Robby Neish y Neil Pryde comenzaron a diseñar y distribuir ahora equipo de kitesurf. Esto contribuyó a expandirlo más.
A partir de los 2000s
Fue Red Bull la primer marca en patrocinar un evento de kitesurf ¡qué visión! Se llevó a cabo en el año 2000 en Maui, Hawaii (para variar) y se llamó “Red Bull King of the Air”.
De hecho, esta competencia sigue organizándose a la fecha y se celebra cada año, sólo que ahora la sede es en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Nos encanta que esta marca se haya atrevido a patrocinar un deporte tan novedoso, ¡no se equivocaron en ningún momento!
Desde el año 2001, comenzaron a popularizarse las tablas bidireccionales entre los riders que kiteaban en aguas tranquilas. Esto dio pie a que se extendieran diversos estilos de kitesurf como el freestyle, wakestyle y airstyle.
Si te gustaría conocer en qué consisten los diferentes estilos del kitesurf, te recomendamos mucho esta entrada que te dará un panorama general de este deporte.
Actualidad
En 2012, nos emocionaron a todos anunciando que el estilo course racing del kitesurf sería considerado como deporte oficial para los Juegos Olímpicos de Río 2016, reemplazando al windsurf.
Tiempo después, nos aplicaron la de “que siempre no” y tras una votación de la Asamblea General del ISAF (la Federación Internacional de Vela) se reinstituyó el windsurf.
Por lo tanto, el kitesurf permanece como un deporte no-olímpico pero, ¡no nos agüitamos! Pues a finales de 2018 se confirmó que formaría parte de los Juegos Olímpicos de París en 2024. Faltan algunos añitos, pero por lo menos ya es algo seguro. ¡Qué buena noticia!
Pues aquí tienes, la historia del kitesurf, un deporte muy joven y súper emocionante. Si te gustaría conocer más sobre él, te compartimos esta entrada sobre los principales errores al practicar kitesurf y cómo evitarlos.
Si ya te convencimos de que el kitesurf es el non plus ultra y quieres comenzar a practicarlo, te compartimos esta lista con clases alrededor de México. ¡Vuela por los aires y compártenos tu experiencia!