Técnica en la actividad física: ¿por qué es importante?
Índice
Causas y consecuencias de una mala técnica
Lo que no puede faltar en tu entrenamiento
La técnica de entrenamiento es fundamental para realizar cualquier ejercicio o cualquier deporte de manera segura sin arriesgarnos a sufrir lesiones. Esta debería de ser la primera regla que se nos enseña a los principiantes cuando queremos comenzar a entrenar, pero a algunos entrenadores o atletas más experimentados se les olvida y se exponen a dañar su trabajo.
No hay que olvidar la técnica
Las lesiones deportivas no sólo pueden afectar a los atletas profesionales, sino también a cualquier persona que hace ejercicio. Estas lesiones normalmente se dan por falta de conocimiento sobre el ejercicio o deporte que se está practicado y no se presta atención a detalles importantes como la técnica.
Pongamos un par de ejemplos. Cuando entras a un gimnasio, ves a personas queriendo levantar pesos por encima de su capacidad con una mala técnica o el amigo que quiere comenzar a correr y de un día al otro corre distancias descomunales, únicamente poniendo en riesgo a sus músculos, articulaciones, etc.
Aprendizaje motor
Muchas veces, atletas y entrenadores ejecutan sus ejercicios sin prestar atención a la técnica. Esto se debe a la familiaridad que tienen con cada ejercicio. ¿Cómo lo lograron? por medio de un procedimiento que siguen los músculos al consolidar un movimiento en la memoria, a través de la repetición. A esto se le llama “aprendizaje motor”.
Al repetir un movimiento durante mucho tiempo, se crea una memoria muscular en nuestro cuerpo. En consecuencia, lo desempeñamos sin ser conscientes del esfuerzo que supone en realidad. Es por eso que, para lograr una buena técnica, es necesario conocer y comprender el movimiento, ejecutar con concentración y si es un deporte, cuidar la técnica específica de cada disciplina.
Causas y consecuencias de una mala técnica
Hay factores que pueden llevar a una mala ejecución como son el cansancio físico, mental, una mala alimentación o el exceso de estimuladores que nos hacen cometer errores. El mal manejo de la técnica, puede tener repercusiones músculo-esqueléticas, desde esguinces, contracturas, hasta fracturas por estrés.
Lo que no puede faltar en tu entrenamiento
La clave para progresar al máximo es primero aprender y mejorar la técnica en los ejercicios que vamos a realizar. Te dejo aquí algunos tips que puedes incluir en tu rutina:
- El calentamiento antes de comenzar a hacer ejercicio prepara al cuerpo; este crea mayor flujo de sangre y oxígeno a los músculos, mayor flexibilidad, por ende tu contracción muscular será mejor.
- Si eres miembro de un gimnasio o equipo, puedes hablar con el entrenador para que te muestre cómo hacer el ejercicio y cómo usar el equipo de forma segura y efectiva.
- Repite cuantas veces sea necesario el ejercicio (sin esfuerzo) hasta perfeccionar la técnica. Parte de ahí para tener un avance gradual en tus cargas de entrenamiento.
- Después de hacer ejercicio, procura realizar entre 5 a 15 minutos de enfriamiento. Esto implica una actividad suave, como caminar y estirar los músculos que has usado mientras hacías ejercicio. Algunas personas creen que el estiramiento después del ejercicio reduce el dolor muscular al día siguiente, pero existe poca evidencia que respalde esta teoría. No obstante, el estiramiento mejora y mantiene la flexibilidad, lo cual puede ayudar a evitar las lesiones.
Es importante que la cantidad de carga (de entrenamiento) sea adecuada y personalizada para cada uno de nosotros. Te recomiendo buscar a alguien que te pueda guiar en este punto y, si estás comenzando con el ejercicio, acudir a un médico para saber cuál es tu estado de salud.