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Breve historia del tenis en México
Tristemente, el tenis no tiene mucha popularidad en nuestro país. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya talento mexicano presente en el deporte blanco. Conoce la breve historia del día en que dos mexicanos llegaron a la final de Wimbledon, suceso nunca antes visto.
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Breve historia del tenis en México
Lamentablemente, el tenis nunca ha sido un deporte con gran afición en nuestro país. Sin embargo, en 1985 hubo un día donde miles de mexicanos vieron, se emocionaron e ilusionaron con la magia del deporte blanco. Todo esto gracias a dos tenistas mexicanos que dominaban el césped sagrado de Londres en la final de Wimbledon en la categoría de Juniors.
Anteriormente, el tenis femenino ya les había dado a los mexicanos gran alegría. Esto sucedió cuando Rosy Reyes y Yolanda Ramírez lograron la maravillosa e impensada hazaña de coronarse en Roland Garros en dobles en 1958. Por otra parte, Raúl Ramírez hizo lo propio en 1976, cuando alcanzó el ranking número cuatro de la ATP, máximo alcanzado por un mexicano, algo que es muy difícil de igualar en estos tiempos.
A pesar de esto, ningún tenista azteca había alcanzado una final de Grand Slam en la categoría Junior. No obstante, los protagonistas de 1985 lograron lo inesperado. Cuando prácticamente nadie creía en ellos, sorprendieron llegando a la final en Wimbledon, la catedral del tenis mundial.
Tiempos gloriosos del tenis
Eran tiempos gloriosos cuando tenistas como John McEnroe, Mats Wilander, Ivan Lendl, Jimmy Connors y Stefan Edberg dominaban el ranking de la ATP. A pesar de eso, nada superó el momento cuando dos jóvenes mexicanos alcanzaron una histórica final de Wimbledon en categoría juvenil. Lograron superar a todos los rivales y perdieron solo un set cada uno en todo el torneo. A pesar de que en el cuadro principal de ese torneo se encontraban grandes tenistas. Por ejemplo, Petr Korda, ganador de Australian Open 1998 y Jaime Yzaga, mejor tenista peruano de la historia. La rama femenil no se quedaba atrás, ya que era época de Martina Navratilova, Steffi Graff, Chris Evert y Gabriela Sabatini.
Deportes con grandes talentos mexicanos
En lo deportivo, había grandes talentos mexicanos en la élite, como: Hugo Sánchez, que ya tenía un “pichichi” con el Atlético de Madrid. Además, acababa de fichar con el Real Madrid. Al igual, Fernando Valenzuela ya había ganado una Serie Mundial con los Dodgers de Los Ángeles. Este beisbolista había ganado el premio a novato del año y había conseguido el CY Young al mejor lanzador de las Grandes Ligas. Quien también triunfaba en la MLB era Teodoro Higuera, el mejor pitcher de los Cerveceros de Milwauke. En el boxeo triunfaba Julio César Chávez, derrotando a Roger Mayweather y manteniendo el campeonato mundial del CMB. Además de Ernesto Canto, campeón mundial y olímpico en marcha.
Talentos mexicanos en el tenis
El torneo más importante del mundo ha dado a grandes campeones del tenis. Ellos iniciaron ganando en la categoría Juniors y a la postre se coronaron en la categoría varonil. Un ejemplo de ellos es Björn Borg, quien consiguió once títulos de Grand Slam, entre ellos 5 Wimbledon. También tenemos a Pat Cash, Stefan Edberg y, el tenista más grande de la historia, Roger Federer.
Entre los mexicanos está Eduardo Vélez, nacido en Monterrey, Nuevo León, que comenzó su carrera en el deporte blanco muy joven. A la edad de 14 años ganó su primer torneo en juveniles en 1983. Sucedió en el Junior Orange Bowl celebrado en Miami, donde venció a Andre Agassi en la final, quien más tarde se convertiría en número uno del mundo. Por otra parte, Leo Lavalle, oriundo de la Ciudad de México, debutó profesionalmente en 1985. Es considerado uno de los cinco tenistas más grandes que ha dado nuestro país. Ganó un título ATP en Tel Aviv y representó a México en la Copa Davis durante 13 años.
1985: el histórico partido Wimbledon
El 7 de junio de 1985 era un día soleado en el All England Club a las afueras de Londres, un lugar emblemático para el tenis. En una cancha central llena, el estadounidense Kevin Curren se enfrentaba en la gran final varonil a un imberbe alemán llamado Boris Becker. Al mismo tiempo, en el court número uno, con pocos reflectores y escasa afición, dos mexicanos hacían historia en la final de Juniors del torneo más importante del mundo. Un hecho nunca antes visto.
Leo Lavalle y Eduardo Vélez se enfrentaban por el cetro en el césped sagrado de Londres. “El amplio favorito para ganar era Leo Lavalle, quien era el sembrado número uno del torneo”. Por un lado, Lavalle tenía 18 años de edad y una altura de 1.90 metros. Además, era conocido por su potente zurda. Por otro lado, un poco más joven con 16 años, estaba Eduardo Vélez. Según la perspectiva del enviado especial de La Afición, tenía buena fama por sus efectivos passing shots y su gran precisión en el primer servicio.
El comienzo del inesperado encuentro en Wimbledon
Ambos mexicanos iban vestidos de blanco, como marca la tradición de Wimbledon, la cual se mantiene hasta nuestros días. Comenzó el primer set del encuentro y Vélez tuvo un gran inicio obteniendo el 1 – 0, devolviendo de manera correcta los servicios de Lavalle. “Era un juego de mucha paridad en el primer set”. Sin embargo, cuando iban empatados 2 juegos a 2, “Lavalle aumentó el ritmo del juego con subidas a la red”. Con esto quebró el servicio de Eduardo Vélez, poniéndose 3 – 2 arriba. Esta fue la jugada clave del primer parcial ya que Vélez no pudo recuperar su servicio. Luego de 4 – 2 y 5 – 3, el primer set de la gran final se fue en 41 minutos de juego, reportó el enviado especial de La Afición.
En el segundo parcial, el partido se podía inclinar para cualquier lado. “Ambos mexicanos esperaban el error del rival. Antes de ejecutar un tiro ganador, insistían en los puntos largos y mantenían intercambios prolongados”. Mientras transcurría el partido, Eduardo Vélez logró sorprender a Lavalle con los passing shots que le caracterizaban. “Tomó más riesgo que en el primer set, pues se dio cuenta que sería su última oportunidad para forzar un tercer set que definiera al campeón”. Debido a esto, era importante que mantuviera su servicio, ya que de no ser así sería muy complicado recuperarse. Sin embargo, así lo hizo hasta el octavo juego, cuando iban empatados 4-4.
La culminación del torneo Wimbledon
Fue hasta el noveno game cuando prácticamente se decidió el partido. “Vélez desperdició el saque que tanto le había costado mantener y lo hizo de la peor manera, con una terrible doble falta”, reportó el enviado de La Afición. Después de todo, Lavalle solo tenía que asegurar su servicio. Así podría convertirse en el primer tenista mexicano en consagrarse en el césped sagrado de Wimbledon en categoría juvenil. “Esto no le resultó muy sencillo, ya que Vélez no quiso darse por vencido. Puso una gran resistencia en la defensa, de esta manera salvó un match point 15 – 40 en contra”. Sin embargo, esto no fue suficiente y, en el siguiente servicio, Lavalle se llevó el partido. Así terminó el compromiso con parciales de 6 – 4 y 6 – 4.
Orgullo mexicano en el tenis
Lavalle hizo historia en Wimbledon, convirtiéndose en el primer latinoamericano en consagrarse en el torneo más importante del mundo en la categoría juvenil. Declaró dos días después, para el diario La Afición, no sentirse presionado a pesar de ser el preclasificado número uno. “Nunca antes había ganado el torneo el sembrado número uno, al principio me puse un poco nervioso, pero a pesar de eso no me afectó”. Además, mencionó sentirse orgulloso de que dos mexicanos llegaran a esta instancia. “Siento magnifico de que él y yo hayamos alcanzado la final, Eduardo está jugando muy bien. Contra él jugué cansado y creo que se aprovechó de eso. La verdad no creí que brindara tanta pelea.” Eduardo Vélez era un rival fuerte. Sin embargo, Lavalle declaró que su rival más difícil fue Jaime Yzaga, quien a la postre se convertiría en el mejor tenista peruano de la historia.
El logro de Lavalle llegó hasta el Palacio Nacional, donde el entonces presidente Miguel De la Madrid lo recibió declarando sentirse muy orgulloso de él. Además, en el transcurso de la reunión, el joven campeón le obsequió la raqueta con la que ganó el torneo. “Con esta raqueta jugué Wimbledon. Usé muchas, pero pienso que esta es la que le debo regalar a usted”, dijo Lavalle a La Afición.
Luego de que ambos jugadores tuvieron su paso por el estrellato, no llegaron a ser grandes tenistas. Al menos no al nivel que se esperaba que fueran. Sin embargo, les regalaron a los mexicanos unas cuantas horas de felicidad, amor y gusto por el deporte más bello del mundo, el tenis.
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