El lunes pasado el equipo de fútbol americano Washington Redskins dio a conocer en un comunicado oficial que va a cambiar de nombre y logo. Es decir, ya no veremos al apache en el escudo del equipo capitalino de los Estados Unidos dentro de la NFL. Los “Pieles Rojas”, si traducimos el nombre al español, son una franquicia de mucha tradición en el deporte de las tacleadas. Varios aficionados recuerdan con gran emoción la década de los 80 y principios de los 90 donde consiguieron ganar tres Superbowls y sobre todo con los “Hogs” (“Puercos” en español) crear una identidad.
Ese equipo comandado por el entrenador Joe Bugel hizo que muchos amantes a la NFL se enamoraran de los Redskins. Aquella línea ofensiva conformada por el centro Jeff Bostic, los guardias Russ Grimm y Mark May, los tacles Joe Jacoby y George Starke, complementados de excepcional manera con las alas cerradas Don Warren y Rick Walker, dominaban la línea de golpe, haciendo brillar a su corredor John Riggins que aprovechaba el talento de esa línea ofensiva y acumulaba yardas para dejar números del salón de la fama. De hecho fue llamado el “Cerdo Honorario” ya que también recibió algunos golpes, pero no al nivel de los linieros ofensivos.
Como podemos darnos cuenta, el equipo que hasta hace unos días era conocido como los Redskins tiene una historia rica y desde su llegada a la capital de la unión americana en 1937 se encargó de protagonizar una rivalidad con los Vaqueros de Dallas, quienes desde el nombre se convirtieron en antagonistas. Viéndolo desde un punto de vista de roles, los Cowboys eran los chicos buenos y los Pieles Rojas se convirtieron en los villanos, pero definitivamente es un choque que muchos aficionados al deporte lo denominan como “clásico”.
El cambio de esta franquicia vino por solicitud de sus principales patrocinadores, Nike, PesiCO, Bank of America y FedEx (nombre del estadio del equipo) que, ante las manifestaciones en todo el mundo —pero en especial en los Estados Unidos— les pidieron a los altos mandos el cambio de nombre.
El hecho de relacionar a una organización deportiva con una imagen de un nativo americano ofendiendo a varias tribus que aún existen en el territorio estadounidense, generando de esta manera un tipo de racismo, ha llevado a estas marcas comerciales a no querer manchar su reputación. Sin embargo, las críticas sobre el dueño mayoritario Dan Snyder no se hicieron esperar, ya que en alguna ocasión mencionó que jamás le cambiaría el nombre a sus Redskins, por lo que entonces no parece ser la cuestión racial la razón del cambio de imagen, sino la presión de las compañías que le inyectan mucho dinero al equipo.
El antecedente más reciente que tenemos lo encontramos en el rey de los deportes, ya que los Cleveland Indians —equipo de la MLB— removió de su logo la imagen del “Jefe Wahoo”, que hacía referencia a un indio nativo americano. Este fue muy criticado ya que varios se sentían ofendidos y lo consideraban racista.s
Sin embargo, el ejemplo de un cambio de nombre debido a la presión social lo tenemos en la NBA con una franquicia también representante de Washington. Los antiguos Bullets (balas) cambiaron su apodo en 1997 debido a que la prensa criticaba la asociación de la palabra “bala” con la violencia. A pesar de haber ganado un campeonato de la mejor liga de baloncesto del mundo bajo el nombre de los Bullets, los Wizards (Magos) sería el nuevo nombre del equipo.
Sin embargo, algunos aficionados están manifestándose en redes sociales en contra del cambio de nombre del equipo de la NFL, ya que no saben qué harán con las jerseys, gorros y productos en general con el logo que ya no tiene validez. Seguramente las marcas oficiales anunciarán alguna manera de recompensar a los fieles seguidores del equipo que a partir de la siguiente temporada tendrá una nueva imagen.
El problema no es el nombre, sino el modo. Un claro ejemplo es lo hecho por la Universidad Estatal de Florida, ya que esta también porta el nombre de un nativo americano, los Seminoles. El nombre hace alusión a la tribu indígena norteamericana de los semínolas, que abarca desde Coahuila en México, pasando por Oklahoma, parte de Texas y hasta llegar a la Florida. Esta institución educativa que participa en la primera división dentro de la NCAA en el fútbol americano colegial, decidió pedirles permiso a los jefes de la tribu antes mencionada para portar el mote en su equipo deportivo. Los semínolas aceptaron con tal de que la universidad hiciera aportaciones sociales a los nativos de la tribu, como otorgar becas y dar a conocer sus tradiciones.
Así que el hecho de lucrar con una imagen de esta índole siempre será reprobable. Sin embargo, como vimos con el caso de la Estatal de Florida, existen maneras de honrar y portar con consentimiento la imagen de las tribus norteamericanas, para no borrar de la noche a la mañana la identidad de un equipo con tanta tradición.
