Dentro de la mejor liga de básquetbol, han existido muchos equipos importantes, conjuntos en donde algunas estrellas han podido brillar. En un principio, la memoria colectiva nos remonta a los dúos. Muchos recuerdan a Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, Larry Bird y Kevin McHale, Bill Russell y Bob Cousy o Doctor J y Moses Malone. Esta fórmula llevó a ganar a varios equipos de la NBA.
Tres son mejor que dos por lo que las franquicias empezaron a adherir a un tercer elemento. El ejemplo claro fueron los Bulls de Michael Jordan y Scottie Pipeen, los cuales ya habían demostrado que la fórmula de dos super estrellas daba resultado.
Sin embargo, para su tercer tricampeonato añadieron a Dennis Rodman y de esta manera prácticamente nadie les pudo hacer sombra, demostrando que un equipo de dos figuras —como los Utha Jazz de Malone y Stockton que fueron los que le compitieron llegando a disputar dos finales ante aquel mítico equipo de Chicago— no pudo vencerlos.
A raíz de eso, los gerentes generales vieron que convertir a sus equipos en monstruos de tres cabezas era redituable, por lo que inició esta combinación en el armado de conjuntos ganadores. Los primeros que recuerdo en hacerlo fueron los Spurs, que tuvieron a Tim Duncan como el eje del triángulo y junto a Tony Parker y Manu Ginóbili. San Antonio ganó cuatro títulos en 11 años de la mano de estos tres y siempre estuvieron en playoff, por lo que significó la mejor época en la historia de la franquicia texana.
Casi en el mismo tiempo, los Boston Celtics —cansados de no ganar— recurrieron a esta fórmula del cancerbero con Paul Pierce, Ray Allen y Kevin Garnett. Con estos talentosos, los bostonianos llegaron a dos finales, curiosamente las dos ante los Lakers. Ganaron una y perdieron una, pero sin duda ese equipo fue de los mejores de la liga en esa época.
Después de esos dos experimentos exitosos, LeBron James, un joven que sin duda era el mejor jugador de su generación, pero que no había podido ganar un título de la NBA, aceptó un proyecto con dos superestrellas a su lado, por lo que el Big 3 del Miami Heat nació, con Lebron a la cabeza y ayudado de Dwyane Wade y Chris Bosh. Los de Florida llegaron a cuatro finales de forma consecutiva logrando quedarse con dos, en un equipo que parecía de videojuego por la manera tan espectacular de jugar.
La última fórmula de este tipo la vimos con los Golden State Warriors quienes son el último equipo exitoso en la pasada década. No conforme con haber ganado ya un campeonato de la mejor liga del planeta en cuestión de baloncesto, Kevin Durant se unió a Stephen Curry y Klay Thompson para conseguir dos anillos más y de esta manera dejar en los libros la mejor era de los Warriors.
Ahora en este 2021 —y después del reciente campeonato de los Lakers, quienes recurrieron a la fórmula del binomio con LeBron James y Anthony Davis— tienen un rival serio en la conferencia este, ya que los Nets de Brooklyn han logrado conformar un monstruo de tres cabezas capaz de interferir con la dinastía que los angelinos pretendían realizar.
Kevin Durant y Kyrie Irving de por sí se perfilaban como las dos superestrellas que pueden ser protagonistas de un equipo, pero a la llegada de James Harden, el líder anotador en las últimas tres temporadas, ahora los Nets encabezan varias listas de apuestas para ser los próximos campeones. Son puras especulaciones, pero sin duda es una nueva noticia para comentar con los amantes del básquetbol y ya veremos si esta manera de trabajar en triángulo es de nuevo exitosa.