Una de las sensaciones de mayor libertad que puede tener el ser humano es ir manejando un carro. El viento acariciando tu cara, sentir tu cabello irse para atrás y tener el dominio de todas tus extremidades en conjunto con una máquina es una experiencia que no tiene comparación.
Dentro del deporte, las “carreras de autos” siempre han tenido un lugar especial. Los mejores pilotos del mundo compiten en diferentes categorías para desafiar los límites de la velocidad. Sin duda, la Fórmula 1 es la categoría reina y dentro de la historia de esta han participado seis mexicanos.
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En la actualidad, Sergio Pérez se encuentra ocupando uno de los veinte asientos más cotizados en el mundo motor y el tapatío ha construido una muy buena carrera de casi diez años dentro de la F1 consiguiendo, con el del pasado domingo, 9 podios.
Muchos tal vez puedan considerar como un fracaso el que “Checo” nunca haya ganado un Gran Premio o que nunca ha estado cerca de competir por el campeonato mundial. Sin embargo, dentro de este deporte, las circunstancias son otras, existen muchos factores por las que no muchos pueden conseguir ser campeón del mundo y peor aún, siquiera ganar una carrera.
Sergio Pérez ha estado en cuatro equipos dentro de la Fórmula 1. Inició su carrera con Sauber, pasó brevemente por McLaren, emigró a Force India y después esa escudería se convirtió en Racing Point. Sergio le dio sus mejores años a Force India, y tras la crisis y venta obligada de la escudería de Medio Oriente quedó en Racing Point.
Es ahí donde en la actualidad comparte equipo con Lance Stroll, un piloto canadiense que ha demostrado que es bueno con la velocidad, pero que es cuestionado por provenir de una familia adinerada. Por lo anterior, su puesto dentro de la máxima categoría motora a veces deja dudas. Inclusive, su padre es uno de los actuales socios del equipo en donde corre.
Este año ha sido muy complicado (para todos) ya que a Pérez le comunicaron que ya no seguiría en Racing Point, a pesar de tener contrato por un par de años más. Para seguir con las desgracias, el mexicano dio positivo en COVID-19 en el mes de julio por lo que se perdió dos carreras.
A pesar de esto el piloto tapatío se ha sobrepuesto a las adversidades y ha conseguido puntos en todas las carreras en las que ha participado, solo consiguen puntuar los diez primeros pilotos que crucen la meta, recordando que son veinte dentro de la parrilla. Sin embargo, Checo no lograba terminar entre los primeros tres debido a varias circunstancias, ya sea porque dentro de la competencia están monstruos del automovilismo como el mismo Lewis Hamilton que ha conseguido ser siete veces campeón del mundo (récord compartido con Michael Schumacher) además de jóvenes pilotos llenos de talento y con mejores autos que Sergio.
Además, el jalisciense se ha visto afectado por las malas estrategias de su equipo, malas paradas en los pits, malas decisiones dentro de la carrera y sobre todo mejoras al auto de su compañero sin prestarle mucha atención al monoplaza de Pérez han provocado que no se pudiera subir al podio en este 2020.
Para fortuna del mexicano, el domingo pasado en el Gran Premio de Turquía Sergio demostró su calidad, ya que finalizó en segundo lugar, solo por detrás de Hamilton. Pero lo sobresaliente no es que el mexicano haya conseguido el noveno podio en su carrera, sino la manera en que lo hizo.
Sergio tuvo un gran fin de semana clasificando en tercera posición (mejor lugar de arranque en su carrera) y lo cerró con broche de oro. Primero con condiciones muy difíciles, ya que el clima era muy lluvioso y combinado con el asfalto nuevo del circuito de Estambul parecía como si los autos estuvieran sobre hielo en algunos sectores de la pista. Sin embargo, Sergio Pérez demostró su valía, calidad y experiencia y así logró llevar a su auto a buen puerto aguantando intentos de rebase por parte de varios pilotos a lo largo de las 58 vueltas de competencia.
Sergio consigue dejarles el mejor resultado en la joven historia de esta escudería y se va con dignidad y con todo lo que el mexicano vale dentro de la F1. El futuro de Sergio no tiene un destino claro, pero muchos apuntan a que puede llegar el próximo año a Red Bull, equipo que ha ganado cuatro campeonatos de pilotos y que es una de las mejores en la actual Fórmula 1.
De cualquier manera, “Checo” ya no tiene nada que demostrar, se ha consolidado como uno de los pilotos más confiables en la categoría y sobre todo ha demostrado que el mercado mexicano lo apoya, así que seguramente lo veremos conseguir más logros en lo que quede de su trayectoria.
