La apnea, de acuerdo a la International Association of developement of Freediving, es un actividad extrema que se basa en el descenso a las profundidades o el recorrido en distancia bajo el agua con la respiración suspendida.
Hoy en día, la AIDA (Internacional Association for Developement of Apnea) y la CMAS (Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas) reconocen hasta once variedades de la disciplina. Destacan los descensos estáticos y dinámicos. En cuestión de como se califica, o bien es a través de profundidad o tiempo bajo el agua.
Hasta este momento, los récords absolutos pertenecen a Mateusz Malina (Polonia) y Giorgios Panagiotakis (Grecia). Ambos bajaron 300 metros en la apnea dinámica con aletas, mientras que Stéphanie Misfud (Francia) duró 11 minutos sin salir.
Los orígenes, sin embargo, son confusos. Existen registros en Japón, Filipinas y el Golfo de México de actividades submarinas humanas. Pero, como actividad deportiva y recreativa tiene su origen a inicios del siglo XX.
En 1911, el griego Yorgos Haggi Statti, pescador de profesión, ganó una competencia por recuperar el ancla perdida del naufragio italiano Regina Margherita a 60 metros de profundidad en el mar Egeo. Al lograr la proeza se le considera el padre del buceo libre.
