Han pasado más de tres meses en cuarentena y por lo menos en México aún no vemos un descenso en los contagios. Esto es signo de que aún falta tiempo para empezar a pensar en una nueva normalidad. Dentro del deporte, poco a poco las diferentes ligas se reactivan o empiezan a planificar su regreso. Sin embargo, no se debe tomar a la ligera el peligro latente que estamos viviendo.
Muchas competiciones deportivas se suspendieron hasta que los protocolos sean claros y minuciosos para tratar de evitar posibles contagios del COVID-19. Un ejemplo que resultó desastroso se dio a conocer la semana pasada y es que el tenista búlgaro Grigor Dimitrov dio positivo a coronavirus tras disputar el Adria Tour.
Pero… ¿qué es el Adria Tour? es un torneo de exhibición organizado por el tenista ranqueado número uno Novak Djokovic, quien con tal de reactivar la actividad tenística, decidió hacer esta competición en su natal Serbia. La cuestión aquí es que como el país balcánico no presentaba muchos contagios de COVID-19, el evento se llevó a cabo con público bajo medidas de distanciamiento que evidentemente fallaron.
El torneo empezó el 14 de junio en el marco de un discurso por parte de Djokovic, quien con lágrimas en los ojos, expresaba su felicidad por regresar a jugar. Es entendible que para los deportistas en general este tiempo de confinamiento ha afectado aún más. Ellos dependen de su cuerpo para realizar su trabajo y el hecho de no estar compitiendo, evidentemente representa un malestar en todos los sentidos. Además el torneo tenía fines altruista, ya que lo recaudado se destinaría a ayudas humanitarias en aquella región. Sin embargo, en ningún momento se presentó, por lo menos de manera pública, la manera de control con pruebas para detectar si los tenistas estaban contagiados.
Pero lo que fue muy criticado por muchos, terminó dando la razón. El domingo por la mañana, Dimitrov publicó en sus redes sociales que había resultado positivo a coronavirus, por lo que el torneo quedó cancelado al día siguiente.
Este lunes se dió a conocer que otro tenista ha dado positivo a COVID-19. Se trata del croata Borna Coric, quien también participó en este torneo. Lo más preocupante es que estos casos parecen ser solo la punta del iceberg, ya que Kristijan Groh, entrenador de Dimitrov y Marko Paniki, preparador físico de Djokovic también dieron positivo.
Esta noticia tomó mucho revuelo ya que se han dado a conocer, imágenes y videos de los participantes del torneo, festejando, bailando y no respetando las recomendaciones de distanciamiento social, establecidas por la Organización Mundial de la Salud. Esto evidentemente hace ver que los protocolos no estaban establecidos o por lo menos los tenistas y gente involucrada no los respetaron.
Además, el mismo Serbio Novak Djokovic ha dado positivo a COVID-19, por lo que queda como el máximo responsable —o en este caso como “irresponsable”— ya que desde el inicio el torneo fue visto con malos ojos por la prensa y la comunidad en general. Afortunadamente, algunos tenistas como Alexander Zverev, Marin Cilic se han hecho la prueba para conocer si estaban infectados y salieron negativos, pero del público que asistió no se sabe nada aún, poniendo en peligro a la población serbia.
Esta situación solo deja en una encrucijada al U.S Open, el cuarto Grand Slam del año y que hace apenas unos días se anunció que se jugaría, pero sin público. Por lo que la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) está muy preocupado por la situación.
Como han escrito antes, “el deporte es el reflejo de la sociedad” y en este caso vemos el descuido por parte de varios involucrados. Solo queda esperar a que las demás ligas que están por regresar tomen todas las precauciones pertinentes para salvaguardar la salud de deportistas, entrenadores, administrativos y cualquier persona. Aún no se ha terminado la lucha contra esta pandemia y es cierto que ver juegos deportivos por televisión nos ayuda a los amantes del deporte a no extrañar tanto su ausencia. Lo más importante en este momento es la salud humana y situaciones como el Adria Tour son una muestra de que si no se guardan precauciones, esto puede empeorar y desgraciadamente seguir cobrando más vidas.